DISPARA YO YA ESTOY MUERTO
Julia
Navarro
Editoral
PLAZA & JANES EDITORES
912
págs
Hay momentos en la vida en los
que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando. Marian Miller,
cooperante de una ONG, debe realizar un informe sobre los asentamientos
ilegales de los judíos en territorio palestino. Para ello pretende recoger las
versiones de ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en Jerusalén
con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene, como tantas personas, muchas cosas
que contar e, incluso, algún secreto que ocultar... Así, como si se tratara de
un enorme puzzle en el que encajar muchas y complejas piezas, el viejo Ezequiel
le irá relatando la historia de su familia, mientras ella le ofrecerá la
versión árabe.
Hoy vengo con la reseña “Dispara yo ya estoy
muerto” de Julia Navarro. Con esta novela me ha ocurrido lo siguiente: después
de leer “Dime quien soy” de la misma autora y enamorarme completamente de la
historia, esperaba como agua de mayo esta nueva novela. Enseguida que se
publicó corrí a por ella esperando encontrarme con una novela que me hiciera
sentir lo mismo que la anterior. Ya os adelanto de que esto no ha sido así.
Puede ser que no sea objetiva, y como mis expectativas eran tan altas, el libro
no llego a ser lo que esperaba. Empecemos…!
Marian esta en Israel para realizar un reportaje
sobre la política de los asentamientos de estos en contra de los palestinos;
para llevar a cabo esta misión debe saber tanto la visión de palestinos como de
los israelís. Ella tiene una claro que los malos en este gran conflicto son los
israelís. En una de las entrevistas que debe realizar, conoce a Ezequiel, el
padre de unos de los políticos que apoyan la política de asentamientos. Así
empezaran a contarse mutuamente la misma historia pero desde puntos de vistas
diferentes. Por un lado, Marian contara la historia de una generación de palestinos
y, Ezequiel, contara la historia desde su punto de vista.
En general, la historia trata sobre la
persecución judía, desde su persecución por los rusos, hasta la más conocida de
los nazis. Viajaremos a Paris, Rusa, Palestina, y muchos más.
La historia en sí me gusto, conocemos a muchísima
gente y conocemos la historia de generaciones de la misma familia, así que crecemos
y vemos la evolución del mismo personaje. El gran problema que le he visto es
la política, no solo nos cuenta el conflicto, sino que lo hace con todo tipo de
detalle, llegando a agobiar (por lo menos a mí). El libro tiene 900 páginas y
en muchas ocasiones he pensado en dejarlos, y esto señores no es buena señal. Además
el final, todo acaba de manera muy precipitada.
Teniendo en cuenta todo esto, la historia no es
mala, es interesante pero está muy tapada por toda la política. Además, he
aprendido barbaridad del conflicto palestino-israelí, pero si no te interesa
mucho la política, los acuerdos, etc. este libro te acabara aburriendo.